jueves, 24 de mayo de 2012

Lo que no se ve

Estaban un astronauta y un neurocirujano muy reconocido, discutiendo sobre la existencia de Dios.

El astronauta dijo:
-Tengo una convicción, no creo en Dios. He ido al espacio varias veces y nunca he visto ni siquiera a un ángel.

El neurocirujano se sorprendió, pero disimuló. Luego de pensar unos instantes, comentó:
-Bueno, he operado muchos cerebros y nunca he visto un pensamiento

Nadie aplaude al piano después de un concierto, sólo aplauden al pianista.

Las mujeres

Tienen fuerzas que asombran a los hombres.
Ellas cargan niños, penas, y cosas pesadas; sin embargo, tienen espacio para la felicidad, el amor y la alegría.
Ellas sonríen cuando quieren gritar.
Cantan cuando quieren llorar.
Lloran cuando están contentas y ríen cuando están nerviosas.
Se ofrecen para las cosas buenas.
Ellas son voluntarias en hospitales, llevan comida a los necesitados.
Ellas trabajan como ejecutivas, abogadas, amas de casa.
Usan traje, jeans y uniformes.
Luchas por lo que ellas creen. Se enfrentan ante la injusticia.

Las mujeres hablan y recorren largos caminos para conseguir la mejor escuela para sus niños y la mejor atención para la salud de su familia.
Ellas escriben a los editores, diputados y al “poder que sea” para lograr beneficios que hagan la vida mejor.
Ellas no aceptan un “no” por respuesta cuando están convencidas que hay alguna solución.
Acompañan a algún amigo preocupado al doctor.
Ellas conocen su poder; sin embargo, saben usar su lado más suave cuando quieren conseguir algo.

Las mujeres se alegran (o lloran) cuando se enteran de un nacimiento o nuevo matrimonio.
Sufren ante la pérdida de un familiar pero todavía sacan fuerzas cuando el resto ya no la tiene.
Saben que un abrazo y un beso pueden sanar un corazón roto.

Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas. Viven en casas, apartamentos y cabañas. Ellas manejan, vuelan, caminan, correo o usan el e-mail para demostrarte cuánto se preocupan por ti.

El corazón de una mujer es lo que hace girar al mundo. Todo lo que ellas quieren es un abrazo, una sonrisa, para que luego puedas hacer lo mismo con otras personas.

Las mujeres hacen más que sólo dar la vida.

Anónimo

domingo, 15 de enero de 2012